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Todas soñamos con el gran día en que nos vistamos de blanco y lleguemos al altar, pero ¿qué sucede cuando nuestra pareja no está dispuesta a hacerlo?
Ese momento en que reafirmamos nuestra unión ante nosotras mismas, nuestra pareja y ante el mundo entero, no me lo perdería por nada del mundo. Además, esta ceremonia trae un plus especial, que es ese toque glamour el cual nos coloca como el centro de atención.
Llegar al altar con nuestro vestido blanco y hermoso, el bouquet, nuestro más glamuroso maquillaje y peinado simplemente sella con broche de oro ese momento tan especial en que unimos nuestras vidas para siempre con el ser amado. Sin embargo, a veces nuestro hombre no comparte esa ilusión y simplemente no desea casarse. ¿Por qué? las razones son muchas:
Razones por las que tu chico no quiere casarse
Pueden ser muchas las causas por las que tu hombre no desea dar el gran paso, algunas de ellas la paso a en listar aquí:
- Temor al compromiso: no hay cosa que de más temor para ellos que sentir el “peso” de una responsabilidad, que, en realidad ya casi están tomando desde el momento que establecen una relación formal.
- Metas que alcanzar: algunos piensan que podrían hacerlo, pero es mejor graduarse, ascender o realizar algún otro sueño personal primero.
- El “amarre”: para muchos hombres, casarse es sinónimo de “amarrarse” a la otra persona, quedar asfixiado, controlado por ella y por el juramento de solo dedicarse a ella, en las buenas y en las malas.
- Dinero: quien diga que el dinero no es un impedimento para la realización de un amor, lamentablemente se equivoca: si planean pasar una vida juntos, hay que tener ahorros para el alquiler o compra de la casa, los muebles, para afrontar las nuevas cuentas, etc., esto sin contar los gastos que la propia boda conlleva, desde los anillos de compromiso hasta la celebración misma (aún cuando esta sea lo más sencilla, hay un precio que pagar).
- Tiempo: tal vez el tiempo en que ustedes están juntos como pareja no es el suficiente, y haga falta conocerse más.
- Innmadurez: aunque no lo creas, excusas como “mis amigos me van a decir pisado, o que ya me sentencié” son excusas de quienes no han madurado lo suficiente como para darse cuenta de qué es lo más importante, si lo que dice el amigo o lo que está viviendo contigo.
- Sombras del pasado: a muchos les ha pasado que se han casado anteriormente, totalmente ilusionados, para luego terminar en un engorroso y doloroso divorcio. Y temen repetir el plato.
- Inseguridad: es posible que tu pareja no esté seguro de la relación o , en el peor de los casos, no esté tan enamorado como crees.
¿Por qué los hombres le temen al compromiso?
De todas estas posibles razones, la que mas resalta es la que más conocemos: el temor al compromiso, por ello le consulté al psicólogo David Dávila Ordóñez sobre el tema. De acuerdo a su opinión, existen dos situaciones claramente definidas en medio de un tema harto complejo: la primera que es la más positiva y que refiere a un temor inconsciente, de sustento poco racional, sobre la pérdida de la libertad y el peso de la responsabilidad.
La segunda es más negativa, y nos indica que no hay un verdadero compromiso emocional de parte del hombre, por lo que opta por postergar y postergar una decisión como esa. Esta es la razón de un hombre que, en definitiva, no está interesado.
Existe, finalmente, un factor adicional a tomar en cuenta, y corresponde al de la percepción de algunas mujeres, quienes luego de muchos años de “espera”, terminan desengañadas. Este engaño manifiesto en el que viven es una negación de la realidad de relación, y esta visión muchas veces da pie a que terminen siendo utilizadas por sus parejas.
Destaco también la opinión de Domenec Benaiges Fusté, blogger y editor de la revista digital Verdadera Seducción, los hombres podrían temerle al compromiso por dos grandes razones:
- Biológicas: la hormona testosterona hace que los hombres sean competitivos, agresivos y prácticos y su sexualidad está potenciada 10 veces más, por lo que comprometerse con una mujer le haría perder ocasión de estar con otras.
- Personalidad: un hombre es en esencia un ser libre y solitario, y una mujer que lo intente retener para sí, atentaría contra su libertad, y por ende, su felicidad.
¿Esperar o convencerlo?
Ya sea que decidas esperar a que se sienta listo o convencerlo de que se anime a dar el gran paso, la herramienta principal en ambos casos es el diálogo. Debes conversar con tu pareja y dejarle en claro que una de tus metas en la vida es casarte y que responderte con evasivas o posponer la conversación no hace más que agravar la situación.
Más que “agarrarlo del cuello” e intentar obligarlo, yo te sugeriría que trates de convencerlo de que casarse no es arruinarse la vida, sino todo lo contrario, ensalzar y consagrar la unión, y el amor que ambos se supone que sienten por el otro, y que esto va más allá del qué dirán los amigos o de cualquier otro pretexto.
El doctor Dávila Ordóñez expresa que la conversación es fundamental para encontrar una solución definitiva: “Hay que conversar directamente, sin espiarlo ni presionar, y ver hacia dónde va el sujeto. Esto es, realizar un ejercicio racional que tendrá consecuencias notables: y aunque esto no es fácil, el resultado (ya sea positivo o negativo) les afectará y clarificará el futuro”.
¿Cómo dialogar?
Si estás segura de que tu pareja sí te ama, pero tiene dudas, sobre todos los otros ítems que te señalé en el subtítulo “causas”, te sugiero que le plantees los siguientes pasos a tu pareja:
- Establecer fechas: elijan una fecha, no tan cercana ni tan lejana que parezca un pretexto o un imposible. En base a ello, planeen una ceremonia sencilla pero simpática. Pueden abrir cuentas de ahorros para comenzar a juntar el dinero con calma y sin que esto implique demasiados sacrificios o estrecheces. Sellen esta elección como un acuerdo (si es posible, escríbanlo) y prométanse no romperlo.
- No lo atosigues: una vez realizado el pacto no lo atosigues hablando del tema, sino cuando sea necesario, pues con ello lograrás que se arrepienta de haber aceptado el casorio.
- Si no convives con tu pareja: emociónalo con las bondades que te traerá una vida en común bajo la bendición del matrimonio, las miles de nuevas experiencias que vivirán en pareja y que no serán necesariamente de controlar o invadir su espacio.
- Si tienen poco tiempo: hablamos de seis meses o un año o dos, tal vez sea prematuro hablar de matrimonio. Escucha sus argumentos y dense la oportunidad de conocerse mejor sin apresurarse. Concéntrense en vivir las actividades de los enamorados y la magia de ese momento: que te busque en tu casa y recoja para una cita especial, viajes juntos, sorpresas de amor y la expectativa de acrecentar de a pocos el deseo de estar siempre a su lado.
- Si vives con tu pareja, háblale (cuando sea propicio hacerlo) de lo importante que es esta ceremonia y de cuántas parejas son más felices aún estando casados, por haber encontrado el amor verdadero, cosa no tan fácil en un mundo muchas veces lleno de superficialidades.
- Ayuda extra: no está de más una ayuda extra si tu pareja tiene malas experiencias de matrimonio en el pasado. recurran a un especialista en parejas para que los oriente sobre cómo afrontar este problema juntos.
Y si con todo ello, tu pareja se empecina en no querer casarse, y para ti es importante, esencial dar el gran paso, deberás tomar una decisión y sopesar qué es lo más importante para ti. Tal vez esa persona no sea la indicada y exista otro que en algún lugar está esperando cruzar su vida con la tuya, para luego estar dispuesto, sin pretextos ni temores a pedirte que seas su esposa.
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