Según un artículo de Mariel Otero del Río, escrito para la revista ‘Nupcias’, en países como Alemania, India, Austria, Venezuela y Rusia, el anillo suele ir en la mano derecha, mientras que en otros países como México, Canadá, Francia, Estados Unidos y Colombia, el anillo siempre va en la mano izquierda.
No obstante, en Líbano, Brasil y Turquía, el anillo de compromiso se usa en la mano derecha y durante la celebración del matrimonio se pasa a la mano izquierda.
Según la filosofía china los dedos de la mano representan a diferentes miembros de la familia: los pulgares son los padres, los índices los hermanos, los de la mitad somos nosotros mismos, los anulares representan las uniones matrimoniales y los meñiques son nuestros hijos.
De acuerdo con la religión católica, San Isidro decía que en el dedo anular izquierdo se encuentra una vena que se conecta directamente con el corazón. En Estados Unidos, el Advance Vein Care Center, confirma que existe una vena llamada amoris, que es también conocida como la vena del amor. Entonces, si juntamos los dedos de ambas manos y movemos los medios hacia adentro, nos damos cuenta que todos pueden separarse menos los anulares. Esto representa que las parejas están destinadas a permanecer juntas para siempre.
En cambio en la antigua Roma. Allí las personas solían intercambiar anillos para cerrar tratos. Así que, como la mayoría de los matrimonios se hacían por conveniencia y no por amor, esa pieza era una señal de compromiso.